miércoles, 7 de julio de 2010

Morelliana, siempre

Estoy leyendo "La vuelta al día en ochenta mundos" de Julio Cortazar, un escritorazo! Es un libro ilustrado y encontre este bello, y breve ensayo que quiero compartir con ustedes.

Aquí se cerraron unos ojos a través de los cuales el universo se contemplaba con amor y en toda su riqueza.
Epitafio de Hohann Jakob Wagner.

Como los eléatas, como San Agustín, Novalis presintió que el mundo de adentro es la ruta inevitable para llegar de verdad al mundo exterior y descubrir que los dos serán uno solo cuando la alquimia de ese viaje de un hombre nuevo, el gran reconciliado.
Novalis murió sin alcanzar la flor azul, Nerval y Rimbaud bajaron en su día a las Madres y nos condenaron a la terrible libertad de querernos dioses desde tanto barro. Por todos ellos, por lo que a veces se abre paso en nuestra cotidianeidad, sabemos que sólo desde el fondo de un pozo se ven las estrellas en pleno día. Pozo y cielo no quieren decir gran cosa, pero hay que entenderse, trazar las abscisas y coordenadas; Jung da su nomenclatura, cualquier poeta la suya, la antropología sabe de regímenes nocturnos y diurnos de la psiquis y la imaginación. Por mi parte, tengo la certeza de que apenas las circunstancias exteriores (una música, el amor, un extrañamiento cualquiera) me aislan por un momento de la conciencia vigilante, aqullo que aflora y asume una forma trae consigo la total certidumbre, un sentimiento de exaltante verdad. Supongo que los románticos guardaban para eso el nombre de inspiración, y que no otra cosa era la manía.
Todo eso no puede decirse, pero el hombre está para insistir en decirlo; el poeta, en todo caso, el pintor y a veces el loco. Esa reconciliación con un mondo del que nos ha separado y nos separa un aberrante dualismo de raíz occiental, y que el oriente anula en sistemas y expresiones que sólo de lejos y deformadamente nos alcanzan, puede apenas sospecharse a través de vagas obras, de raros destinos ajenos, y más excepcionalmente en arrimos de nuestra propia búsqueda. Si no se puede decir hay que tratar de inverntarle su palabra, puesto que en la insistencia se va cerniendo la forma y desde los agujeros se va tejiendo la red; como un silencio en una música de Webern, una broma de Marcel Duchamp, ese momento en que Charlie Parker echa a volar Out of Nowhere, estos versos de Attâr:

Tras de beber los mares nos asombra
que nuestros labios sigan tan secos como
las playas,
y buscamos una vez más el mar para
mojarnos en él, sin ver
que nuestros labios son las playas y nosotros
el mar.

Allí y en tantos otros vestigios de encuentro están las pruebas de la reconciliación, allí de la mano de Novalis corta la flor azul. No hablo de estudios, de ascesis metódicas, hablo de esa intencionalidad tácita que informa el movimiento total de un poeta, que lo vuelve ala de sí mismo, remo de su barca, veleta de su viento, y que revalida el mundo al precio del descenso a los infiernos de la noche y del alma. Detesto al lector que ha pagado por su libro, al espectador que ha comprado su butaca, y que a partir de allí aprovecha el blanco almohadón del goce hedónico o la admiración por el genio. ¿Qué le importaba a Van Gogh tu admiración? Lo que él quería era tu complicidad, que trataras de mirar como él estaba mirando con los ojos desollados por un fuego heracliteano. Cuando Saint-Exupéry sentía que amar no es mirarse el uno en los ojos del otro sino mirar juntos en una misma dirección, iba más allá del amor de la pareja porque todo amor va más allá de la pareja si es amor, y yo escupo en la cara del que vanga a decirme que ama a Miguel Angel o a E. E. Cummings sin probarme que por lo menos en una hora extrema ha sido ese amor, ha sido también el otro, ha mirado con él desde su mirada y ha aprendido a mirar como él hacia la apertura infinita que espera y reclama.

3 comentarios:

  1. Muy buena elección amiga, nuestro genio tiene para todos los gustos. Excelente texto. Me gusta esto de algo así como... "saborear un texto" y no sólo admirarlo. Cortázar por siempre. Gracias por compartirlo.

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  2. Excelente!! gracias por compartirlo!!!

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  3. Muchas gracias, Anita! Ese no lo conocía...

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