martes, 27 de abril de 2010

Ellas...


Palabras....paroles...


Palabras que me inundan la cabeza

Palabras de amor, crueles, eternas

Las que reflejan una a una mis emociones

A veces no las encuentro…

Palabras que abren puentes,

que rompen muros .

Las buscos entre mis recuerdos, en mis vivencias

Y no las encuentro…

Y otras veces aparecen así de golpe, asustando mi hacer cotidiano

sin dudarlo

las llevo conmigo hasta volcarlas en algún en papel

Y las dejo atrapadas ahí por un buen rato

Otras veces se me vuelven a disparar…

Todas ellas son toda yo

En todas los idiomas, en todos los dialectos

Ellas siempre presentes

Todo el tiempo nos buscamos desesperadamente

como ardientes amantes

en eterna fruición

Palabras, paroles, palabras…,


M.K

abril 10

sábado, 24 de abril de 2010

23 de Abril...Día del Libro.






23 DE ABRIL : DÍA DEL LIBRO.

No podía dejar pasar este día como uno más.
¡Hoy es el día del libro!
Ese libro que está cómodamente recostado en tu biblioteca, descansando durante meses sin que nadie se percate de su presencia.
Uno de esos libros que como un aliado incondicional te acompaña en tus viajes en subtes, en el colectivo, en un taxi.
Aquel otro que está apoyado en tu mesita de luz y en tus manos te ayuda a conciliar el sueño para luego descansar a tu lado hasta la noche siguiente.
Ese único y primero que le leíste a tu hijo cuando se disponía a dormir y veía en vos al primer actor de la historia.
Está el que se siente apretujado en tu cartera o maletín, pero que siempre dice “presente” cuando querés recorrer sus páginas.
Están los de literatura clásica, los de autoayuda, los de cuentos infantiles, los de filosofía, los de…mil más.
Y ahora está este cuento maravilloso escrito por el genio de Julio Cortázar, en donde justamente un libro es el protagonista.

La continuidad de los parques.
de Julio Cortázar.

Había empezado a leer la novela unos días antes. La abandonó por negocios urgentes, volvió a abrirla cuando regresaba en tren a la finca; se dejaba interesar lentamente por la trama, por el dibujo de los personajes. Esa tarde, después de escribir una carta a su apoderado y discutir con el mayordomo una cuestión de aparcerías volvió al libro en la tranquilidad del estudio que miraba hacia el parque de los robles. Arrellanado en su sillón favorito de espaldas a la puerta que lo hubiera molestado como una irritante posibilidad de intrusiones, dejó que su mano izquierda acariciara una y otra vez el terciopelo verde y se puso a leer los últimos capítulos. Su memoria retenía sin esfuerzo los nombres y las imágenes de los protagonistas; la ilusión novelesca lo ganó casi en seguida. Gozaba del placer casi perverso de irse desgajando línea a línea de lo que lo rodeaba, y sentir a la vez que su cabeza descansaba cómodamente en el terciopelo del alto respaldo, que los cigarrillos seguían al alcance de la mano, que más allá de los ventanales danzaba el aire del atardecer bajo los robles. Palabra a palabra, absorbido por la sórdida disyuntiva de los héroes, dejándose ir hacia las imágenes que se concertaban y adquirían color y movimiento, fue testigo del último encuentro en la cabaña del monte. Primero entraba la mujer, recelosa; ahora llegaba el amante, lastimada la cara por el chicotazo de una rama. Admirablemente restallaba ella la sangre con sus besos, pero él rechazaba las caricias, no había venido para repetir las ceremonias de una pasión secreta, protegida por un mundo de hojas secas y senderos furtivos. El puñal se entibiaba contra su pecho, y debajo latía la libertad agazapada. Un diálogo anhelante corría por las páginas como un arroyo de serpientes, y se sentía que todo estaba decidido desde siempre. Hasta esas caricias que enredaban el cuerpo del amante como queriendo retenerlo y disuadirlo, dibujaban abominablemente la figura de otro cuerpo que era necesario destruir. Nada había sido olvidado: coartadas, azares, posibles errores. A partir de esa hora cada instante tenía su empleo minuciosamente atribuido. El doble repaso despiadado se interrumpía apenas para que una mano acariciara una mejilla. Empezaba a anochecer. Sin mirarse ya, atados rígidamente a la tarea que los esperaba, se separaron en la puerta de la cabaña. Ella debía seguir por la senda que iba al norte. Desde la senda opuesta él se volvió un instante para verla correr con el pelo suelto. Corrió a su vez, parapetándose en los árboles y los setos, hasta distinguir en la bruma malva del crepúsculo la alameda que llevaba a la casa. Los perros no debían ladrar, y no ladraron. El mayordomo no estaría a esa hora, y no estaba. Subió los tres peldaños del porche y entró. Desde la sangre galopando en sus oídos le llegaban las palabras de la mujer: primero una sala azul, después una galería, una escalera alfombrada. En lo alto, dos puertas. Nadie en la primera habitación, nadie en la segunda. La puerta del salón, y entonces el puñal en la mano. la luz de los ventanales, el alto respaldo de un sillón de terciopelo verde, la cabeza del hombre en el sillón leyendo una novela.


martes, 13 de abril de 2010

Giovanni FATTORI

Comparto con nuestros lectores a este artista que encontré sin buscar, otro de los tantos genios que pude hallar en las librerías que tanto me gustan, aquellas donde venden libros de segunda mano pero no por eso menos importantes.

Giovanni Fattori, nació en Livorno el 6 de septiembre de 1825.
La vida no estaba resultando fácil para esta humilde familia y desde muy joven Giovanni siente la necesidad de ayudar economicamente a los suyos. Por esta razón pronto comienza a trabajar junto a su hermano mayor, en un despacho de negocios...Es precisamente el socio de su hermano quien sorprende a Fattori retratando a un viejo con un "parecido perfecto" a pesar de su total inexperiencia...Acompañado por su padre abandona Livorno para ir a Florencia y es en esta ciudad donde frecuenta la escuela de Bezzuoli, para luego pasar a la Academia de Bellas Artes.
"Una vida alegre, sin preocuparme demasiado de lo que podría suceder mañana." Así define este periodo de sus existencia entregado a la búsqueda de un camino personal y artístico. En ese momento le interesaba exclusivamente la técnica de la pintura inclinándose a los temas romántico-históricos. Durante sus años mozos conoce a Nino Costa y llega a confesar mas tarde "Si yo me he convertido en un artista con algún merito se lo debo todo a NIno Costa."
Es vastisima la obra de este artista dotado de una extrema sensibilidad capaz de volcar en la tela su visión de la realidad, siendo nombrado profesor de enseñanza superior en el Instituto de Bellas Artes de Florencia.
A medida que evoluciona en su técnica va definiendo también su estilo que para los años 1870 esta practicamente determinado en cuanto a la temática. Le interesan los retratos del pueblo, las escenas militares, los paisajes, de campo y las marinas. En cuanto a las formas se inclina por los colores difuminados en listas y franjas de clara horizontalidad y el estilo de su pintura se resuelve hacia el impresionismo.
La coronación de su carrera artística llega cuando expone en el Salón de París y en 1878 el rey Humberto visita su estudio en Florencia.
En 1889 la obra "El Mercado de San Godenzo" recibe la medalla de oro en la Exposición Internacional de colonia y una mención de honor en la Exposición Universal de París.
El artista aconseja a sus seguidores que sigan su propio camino en el arte de tal manera que "cada uno sea el mismo" sin claudicar ante la fácil tentacion de seguir otras huellas.
Muere en Florencia en agosto de 1908.
Fattori ha pasado a la historia del arte por esa búsqueda técnica de la "mancha" que produce a distancia la impresión autentica de la realidad.

El Mercado de San Godenzo

Los Bueyes

Borrasca

martes, 6 de abril de 2010

Comunicarnos (¡?)



Comunicarnos con “otros “parece tan fácil, nos sugiere que es solo hablar y que el otro simplemente pose nuestra mirada en nuestros ojos y con lentos movimientos de cabeza nos indique que asiente nuestra conversación

Cuantas veces conversamos con nuestra pareja, amigo, hijos y después de esa charla nos sentimos aliviados, a veces inclusive pensamos y sentimos que se nos ha abierto una ventana o una puerta a otro nivel de pensamiento

Pero realmente nos comunicamos con el otro? o simplemente hemos realizado una catarsis en la que el otro solo es un mero espectador…?

Según la definición de comunicación dice que para que se produzca comunicación, el receptor (quien nos escucha) debe producir una respuesta al emisor ( quien habla) , siendo esta de aceptación, rechazo , critica a o la respuesta que fuere.

La palabra comunicación viene de “ común” , es decir una entidad que tiene que tener dos partes con elementos conocidos por ambas.

Esta definición despertó mi inquietud al respecto y empecé a interiorizarme sobre del tema de la comunicación

Sorprendida me entere de la cantidad de elementos que intervienen en la misma : emisor y receptor , léase el que habla y el que escucha ; otro ítem importante es el código , que es el conjunto de signos que tienen un significado para emisor y receptor; los canales , es decir las vías elegidas para comunicarse ; la claridad en el mensaje que es el que contiene la información que quiero trasmitir y finalmente las características de el receptor que es quien me esta escuchando , destinatario de mis comentarios.

En fin como se desprende de lo relatado , la cantidad de elementos que intervienen en una simple conversación son muchos y a veces nos sorprende ver que el otro no nos entiende o simplemente no responde a nuestros reclamos.

Entonces me pregunto…fui consciente de todas los elementos que intervienen en una conversación en el encuentro con el “ otro” …?

Y si no hay respuestas en el otro, el modo de comunicarme será el correcto…? El mensaje será claro? El código utilizado es el que corresponde?

Tal vez indagar en ello sea la punta del iceberg de una nueva manera de autoconocernos y mejorar los vínculos con los otros

Dicen que uno cambia de conducta cuando lo que modifica son las actitudes...entonces ¿que tal si empezamos a tomar conciencia de nuestrs actitudes?


M.K


viernes, 2 de abril de 2010

Rosario-Parte final del Encuentro-Paseo Cultural.


























Rosario- Paseo Cultural.


Mis tres brugess antecesoras todo lo han dicho. Por lo que sólo les quiero dejar un gustito a Paseo Cultural por esa ciudad llena de historias de arte.
Caminando por la Av. Pte Arturo Illia tomé la foto del Negro Fontanarrosa, pintura que se asomaba desde un muro. Idea y dirección de Pablo Silvestre y Oscar Vega, y otra gente más que lo hizo posible. Yo soy fanática de “Inodoro Pereyra el renegau” desde mi juventud. Desde esos años frescos de edad conservo una carpeta con hojas invadidas por el amarillo del tiempo. Recortes del diario en donde se publicaba la historieta.
Siguiendo nuestro camino por Illia para llegar a nuestro punto final “El monumento a la Bandera”, tomé otra foto. La misma corresponde a “La casa del tango”. Este lugar se inauguró en Diciembre de 2004. Había sido un galpón destinado a cargas de agua para las máquinas de los trenes. En él se realizan actividades varias que incluyen conciertos, eventos, muestras, performances, ensayos de orquesta, clases y seminarios.
El resto ya fue contado: charlas, caminatas, almuerzo, risas, abrazos, fotos, y ese monumento a nuestra bandera , el que confieso nunca pensé que estaba tan lejos del Boulevard Oroño ( téngase en cuenta que lo hicimos caminando y con cochecito en mano).
El haber estado las Brugess en número completo hizo que los calderos ardieran como estrellándose contra el cielo rosarino y las escobas dibujaran una sola palabra entre los colores celeste y blanco :
AMISTAD.

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