miércoles, 9 de diciembre de 2009

La novela y el terror.




Este cuento que hoy comparto con ustedes lo escribí hace un año.
El mismo ya ha sido publicado en papel en una Antología de Cuentos en 2009.
Espero lo disfruten..., no teman el final, jajajaja.







"La novela y el terror"


"Esta noche es sólo para mí", pienso.

Todos duermen en casa. El perro no ladra desde hace un rato. La tortuga se acomoda en su rincón preferido del parque. A mis pies está sentado Francisco, un gato gordo y perezoso. En el invierno es un acolchado confortable, en el verano me vienen ganas de pegarle una patada y mandarlo al patio, al living, al mundo. La tranquilidad es plena.

"Bueno, y ahora qué..."


Me siento en ese viejo sillón de color negro, del negro de un miedo derramado. El mismo de siempre. Ese sillón emite un chirrido ensordecedor y tajante cada vez que se desliza. Siempre leo hasta muy pasada la medianoche. Sola. Cuando todo afuera está oscuro, oscurísimo. Y adentro todo huele a penumbra. Mi compañía es el gato. Y en todos esos momentos aparece un ruido con color a terror. El ruido empieza a hacerse sentir. Atraviesa mi piel, sin pedir permiso. Recorre mi cuerpo como si caminara por mis huesos. Me remonta a mi infancia y el correr frenético del viento avasallando todo a su paso, ese tiro disparado al aire, un grito desesperado pidiendo auxilio, los cuentos de ladrones de niños en el campo. El miedo se perpetúa en mi mente. Terror, miedo, pánico. Lo aguardo cada madrugada como el trueno ensordecedor después de la luz. Lo espero dubitativa, insegura, temblando. El sonido aparece cada noche y se presenta profundo, penetrante, insostenible.


Cuando la máscara de pánico desaparece para hacerse realidad salgo de mi escritorio. Enciendo una de las luces, el lugar se ilumina, el ruido corre y se va. Vivo varias veces esa secuencia de ruido-terror-luz. Me esfuerzo de forma inhumana para compenetrarme en mi lectura. Julián sigue durmiendo, los chicos también. Sostengo la novela entre mis manos, no logro entrar en ella, ni entro ni salgo. Me estanco en esa página. Todo me paraliza. Hasta las agujas del reloj parecen cercadas por el maldito. Cierro los ojos, intento discernir de dónde proviene. Cesa unos minutos y retorna. Retorna cargado con todo el terror de siempre. Con furor, con fuerza, con firmeza.

Logra avasallar mi tiempo, mis letras, mi mundo. El terror me tiene rodeada, rodeada a diestra y siniestra. Me inmoviliza. Quiero leer, las hojas se me hacen blancas, no hay renglones ni letras. Todo se enmudece. Oscuridad, silencio.

Cuando el gato se aleja de mí, el ruido llega a su punto culminante. Proviene de la casa, ahora estoy segura. Está ahí, en algún lugar. Me asfixia, me ata a la negrura nocturna. No puedo sostener más esta situación. Resignada intento mi lectura. Ni siquiera puedo distraerme con la mancha de humedad que aparece encima de la biblioteca, formando una figura similar a la de un dragón.


Luego de varios párrafos y dragones frustrados: El misterio. El animal gordo y perezoso está en la cocina, muy despierto. Me acerco y lo veo agazapado, sobre una rata negra, grande. Ese cuerpo y la cola larga me provocan náuseas. Mi susto me paraliza. Emito un grito desgarrador que no logra salir de mi garganta. Enmudezco. Miro. Tiemblo. El gato, cretino y sucio, en lugar de estar atacándola está viviendo con el roedor una situación amorosa.
¡Ese era el ruido!
El gato infame y la puta de la rata.

Agarro lo primero que tengo a mano, un palo de amasar. Intento separar a los animales. No lo logro. Siguen unidos por su amor. Tomo una espumadera medio rota, la sartén sucia de la cena. Con todo esto en mis alborotadas manos pego para todos lados. Tiro todo por el aire. La lucha es en contra de los dos enamorados. La rata trepa por la ventana que está semiabierta en la parte más alta de la cocina. Escapa, escurridiza y rápida. El gato queda desmayado contra el rincón del aparador inglés.

Ahora Francisco vive su vida triste y angustiado. Su amante ya no está.

Logro liberarme del ruido, del espanto, del terror. La novela elegida y la plenitud nocturna son mías para siempre.


GRACIELA BEATRIZ AMALFI.



7 comentarios:

  1. LO QUE SOBRESALE Y DISTINGO DE ESTE CUENTO ( ABSOLUTAMENTE SUBJETIVO ESTO, NADA DE CRITICA LITERARIA) ES EL EFECTO DE LOS SONIDOS EN NOS, EN MI...COSA TAN BÁSICA COMO ELEVADA...MAS ALLA DEL RACIOCINIO, DE CUALKIER LÓGICA, NO EXISTEN PLANTEOS. SOLO SENSACIONES. EMOCIONES
    GRANDIOSAS, INCOMPARABLES, AVASALLANTES..........Y LA PUXCHA... CONSECUENTES REACCIONES: HUMANAS , MUY HUMANAS, SIN INTELECTUALISMO: ELEMENTAL, WATSON.
    SO GOOD.
    la toppi...

    ResponderEliminar
  2. Extraño...e igualmente atrapante. ¡A quién se le hubiera ocurrido!
    Dos especies que mantienen una relación ecológica de predación.
    Muy bueno.
    Felicitaciones por la imaginación, Señora!!!!
    Graciela, Seño de Facu.

    ResponderEliminar
  3. que te puedo decir despues del comentario de la toppi , naaaaaaaaaaaaa no tengo palabras , se las gasto todas ella jajaja este me encanto !!!felicitaciones maru

    ResponderEliminar
  4. Hola Graciela! porqué no bajás este cuento también en Fusión? Es muy interesante, y coincido plenamente con el primer comentario, el terror por el terror en sí mismo. A mí se me ocurrió que lo de la rata y el gato es que el tipo está alucinando. Y ahora que lo pienso, debiera releerlo, porque creo que en ningún momento se menciona al hombre, pero yo lo veo así. Un beso

    ResponderEliminar
  5. Graciela, no encontramos el link de Brugess en Fusión de las Artes, podés agregarlo sin problema, o tal vez cada vez que postees algo. De hecho yo intenté entrar desde tu ícono en mi blog y no lo encontré, así que usé el de Alaniz. Cariños

    ResponderEliminar
  6. Hacia rato que no lo leía entero. me volvió a encantar. muy bueno, rebueno y sobre todo mas que escritora pareces una "encantadora de palabras" bravísimo!!!! besos lili

    ResponderEliminar
  7. h.o.l.a

    espero que te encuentres súper bien graciela. la vd no había pasado por la escuela, y todavia no salgo de ella, solo que he agradecido a dos personas que me han regalado unos pequeñitos obsequios, no tengo el mismo tiempo para leer, pero cuando lo tenga pasare de seguro, bueno pss el punto es que en mi blog he dejado un regalo y un premio para ti y para Mariana, Bea, y Alaniz, y me encantaria que todas pasaran a recogerlo :) es con todo mi cariño para las mosqueteras que resguardan las lindas letras de este maravilloso castillo, un saludo y volvere a leer.

    Graciela, si les puedes decir a tus amigas te lo agradeceria muchísimo...saluditoss

    ResponderEliminar

Estadísticas